06 marzo, 2012

Historia zen



Un joven pidió en una ocasión a un maestro zen que le enseñara algo sobre esta disciplina. El maestro aceptó y le ofreció una taza de té. El maestro preparó el té y llenó la taza de su huésped hasta que se derramó. El joven exclamó: ¿Pero qué hace? ¿No ve que la taza ya esta llena "¡Ah!", replicó el maestro, "es como tu mente, llena de ideas y concepciones erróneas. ¿Cómo puedo enseñarte algo acerca del zen? Antes de que pueda recibir más té fresco, primero debe vaciar su taza". Solo si vaciamos la taza y nos aproximamos con la mente abierta a otras formas de concebir la vida seremos capaces de entenderlas.

Una mente abierta es incondicionada. De la misma forma que en un recipiente lleno no cabe más líquido, en una mente repleta de dogmas, prejuicios y creencias falsas nada nuevo puede penetrar y muchas posibilidades mentales serán desperdiciadas.


¡Qué difícil es hacer cambiar de opinión a quien tiene una idea fija! La gente testaruda, la gente obstinada no es del tipo que es incapaz de darte la razón o que simplemente quiere llevarte la contraria. Simplemente tienen su propia visión del mundo, les convence, y no sienten la necesidad de buscar otras opciones. La suya propia les vale.

Pero hay algunas excepciones que quieren saber más, más cultura, más variedad... Y por lo tanto, más poder de convicción y persuasión.

Ahí esta la injusticia y también el peligro. No busques más conocimiento cuando realmente no te interesa cambiar de opinión y lo único que quieres es meterte en medio y hacer el papel de "salvador", proponiendo tu idea como única y ridiculizando las demás.

El peligro viene a partir de la estupidez que resulta (siempre bajo mi punto de vista) la injusticia.

Dejo aquí las frases que me llevan a relacionar ambos conceptos:

- La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.

- Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra persona o grupo de personas, sin obtener, al mismo tiempo algún tipo de provecho para sí o incluso obteniendo un perjuicio.




Como veis, de poco sirve ser de mentes cerradas e intolerantes, básicamente, porque esa es la forma más común y simple de ser un estúpido.

1 comentarios:

Sergio dijo...

Sacado del libro de psicología...Manda huevos! jajajajaaa

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