10 abril, 2012

Just Listen

Y una vez más, Sarah Dessen consigue impresionarme con su segundo libro. Si el primero me recordaba mucho a alguien, en este me siento identificada. Hasta tal punto de hacer mi lema su frase principal.

                                                   "No pienses ni juzgues. Solo escucha"



Annabel es la chica que lo tiene todo según los anuncios de la tele. En la cima de la popularidad, una adolescente con una vida estudiantil perfecta. Pero el caso es que todo eso no es más que lo que parece reflejar su vida de modelo. En su casa hay varios problemas con su madre y sus dos hermanas mayores, Whitney y Kirsten. A veces te entran ganas de acercarte a su padre y darle unas palmaditas en el hombro al estar rodeado de adolescentes incomprensibles y una esposa tan extravagante en ocasiones.

¿Realmente es perfecta su vida? Una hermana metida en un serio trastorno alimenticio por el mundo de la moda. Una que se fue de casa dejando su carrera de modelo y tratando de comenzar una nueva. Sophie, su supuesta mejor amiga, que la humilla e ignora porque cree que se acostó con su maravilloso novio, Will... Que se hace odiar bastante cuando descubres lo que realmente pasó la noche que Sophie rompió su amistad con Annabel.

Y Owen, el chico de los rumores, al que nadie se atreve a dirigirle la palabra. Lo único que saben de él en el insitituto es que sufre problemas de agresividad. Y cuando Annabel se queda sola, la única persona en todo ese enjambre de miradas y cuchicheos es precisamente Owen. Quien realmente tiene un problema de adicción con la música. Y se encargará de arrastrar dentro a Annabel.

Y sin embargo, eso no es ni de lejos lo que más llama la atención del libro. Personalmente, es el carácter de Annabel lo que me llama la atención. 



Ella realmente nunca se enfada, es como si se fuera hirviendo lentamente, como si la fueran asfixiando. Y obviamente, no dice nada. Ella se calla mientras los demás se enfadan y despotrican contra ella. Camufla su enemistad, haciendo como si realmente no le afectara. Y le afecta demasiado.

Pero tiene tanto miedo a decir lo que piensa, a que cuando lo diga los demás la abandonen. La verdad en muchos sentidos es dolorosa -quien mejor que ella para saberlo- y sabe que es mejor ocuparse de los momentos buenos y de tratar de explotarlos para que lo malo no sea tan malo. Y cuando las personas que quiere se enfadan con ella... Ella asume que todo terminó, que el odio esta vigente, que no la quieren ver y que si quieren verla, es porque tratan de hacerle daño.

Es realmente duro vivir con esa mentalidad, más de lo que parece. Te cierra muchas puertas. Te priva de unas oportunidades maravillosas que podrían hacerte dar un paso de gigante hacia el futuro que buscas.
Ese es el problema, como dice Rolly (el buen amigo de Owen) "La cuestión es que cuando por fin tienes la oportunidad de hacer lo que más deseas, resulta que es demasiado. Te puede entrar un miedo de la leche."

Y para eso, uso la frase de una película preciosa.



En la vida, solo necesitamos veinte segundos de coraje irracional.

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