12 enero, 2012

Días de esos

Hay días en los que simplemente estas triste y no sabes que hacer para evitarlo. Días en lo que parece que no importas, que eres invisible... Días en los que mil pensamientos de ese tipo pueden pasarte por la cabeza. ¡Pero no puedes permitirte el lujo de ser negativo!
La vida es corta e intensa, tenemos que aprovecharla todos los días al máximo. Tenemos que saber ver el lado bueno de las cosas, lo positivo de los errores que tuvimos para poder así liberarnos de la carga que nos oprimía y nos impedía ser como realmente queremos.


Y como hoy es uno de esos días, con niebla, grises, sin ganas de regalar sonrisas a nadie, dejo un relato que escribí hace tiempo.

No quiero saber nada más de mentes demasiado estrechas ni de tus carteras olvidadas. Estoy cansada de que mi cuerpo se rinda cada vez que sale algo bonito de tus labios. Cansada, porque si te pasará a ti también, podríamos llamarlo amor.

Siempre viví rodeada de mis ideales y sueños, sin tan siquiera plantearme cuan lejos estaba de la realidad. Recuerdo que una vez estaba tumbada en la cama, después de que te fueras porque habías quedado con tus demás amigas... Y sonó una canción de Fito. Decía: "Y la realidad, trozos de cristal, que al final, hay que pasar descalzo"

Sí, se que soy ingenua, que suelo mezclar realidad con fantasía, y que lo que me parecen nubes de algodón son esos afilados trozos de cristal.

De poco me sirve huir de ti ya.

Pero te advierto que mi mundo de los sueños va disolviéndose poco a poco, y que la luz empieza a entrar por las ventanas de mi habitación. Puedo ver las grietas de mis pies, puedo ver cómo se hicieron, puedo ver quién rompió la botella de nuestro futuro. Por eso, aquella vez no tuve que buscar más excusas.

La persona que realmente había querido tener a mi lado, nunca había sido él.



Aprendamos a ver el lado bueno de las cosas. Aprendamos a dejar de lado ese paraguas que nos impide disfrutar de las gotas de lluvia :)


0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.