13 enero, 2012

El terror



Un fuerte (y natural) sentimiento de rechazo a lo desconocido. Y sí, escribo terror, porque un simple "miedo" me resulta ya demasiado común. El pánico es aquella sensación que se apodera de los latidos de tu corazón, provocando las frecuentes palplitaciones tamboriles en las venas de todo el cuerpo. También pueden producirse síntomas como el sudor frío, corte de respiración, temblor de piernas, etc.



La única cura para EVITAR esta enfermedad es simple y llanamente una: no creer. ¿Tienes miedo de un rechazo? No creas que te van a rechazar. ¿Tienes miedo de un fantasma? No creas en su existencia. ¿Tienes miedo de algo que sabes que sucederá a ciencia cierta? Evita esa situación.




Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.

Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño
que reflojo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra infinita!

Se muere el universo de una calma agonía
sin la fiesta del Sol o el crepúsculo verde.
Agoniza Saturno como una pena mía,
la Tierra es una fruta negra que el cielo muerde.

Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde, como barcas perdidas
que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.

Y la muerte del mundo cae sobre mi vida. 




Pablo Neruda




Neruda, como de costumbre, tiene esa innata habilidad para describir los sentimientos. Sin duda uno se siente minúsculo ante el terror, incapaz de hacer nada el respecto. Parece que todo lo demás desaparece, y tú solo tienes una obsesión en la mente: ese objeto que tanto pánico te produce.




Pero eso es un sinónimo de cobardía, de que siempre serás débil y dependiente de los demás. Y depender de otras personas es algo realmente molesto, todos queremos tomar nuestras propias decisiones.
Así que la clave para SUPERAR el miedo... Es viviendo esas situaciones que tanto pánico te dan con tan solo imaginarlas. Vívelas, experimentalas, deja que te atrofien los sentidos... Y te darás cuenta de que ese miedo es tan solo una ridiculez. Que solo dura un instante, que es perfectamente pasable... Esa es la clave para el terror: la fría lógica. Nuestra propia Guerra Fría. 






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